Escuela Normal Primaria Intercultural Bilingüe "Profr. Jesus Merino Nieto"

domingo, 26 de septiembre de 2010

CELEBRAR LA DIVERSIDAD, CREAR UNA COMUNIDAD.


Un Currículo Que Ensalza Las Diferencias Y Construye Sobre Ellas.

Mara Sapon-Shevin

Crear una escuela inclusiva, en la que se reconozca, valore y respete a todos los alumnos supone prestar atención a lo que se enseña y al modo de enseñarlo. No hay solo que diseñar estrategias docentes y determinar el currículo que responda al conjunto de diferencias de los alumnos, sino que el currículo debe afrontar la diversas formas en que difieren los estudiantes.
El hecho de no prestar atención directa  a las diferencias, de no recocer las muchas formas en que difieren las personas transmite a los niños el mensaje de que no se puede ni se debe hablar sobre las diferencias.
El objetivo debe consistir en la exploración sincera de las diferencias, en la que la oportunidad de que los alumnos pueden experimentar y comprender las diversidades presente en una comunidad segura y acogedora.

Ø  Pensar inclusivamente en la enseñanza inclusiva.

Los niños difieren en muchas dimensiones y la identidad de cada uno esta configurada por su pertenencia a muchos grupos.
La creciente diversidad racial y étnica de nuestra sociedad y nuestras escuelas obliga a que los programas y currículos escolares tengan en cuenta las diferencias entre los niños.
Ramsey (1987) presenta 8 objetivos de la enseñanza, en perspectiva multicultural:
·         Ayudar a los niños a elaborar identidades positivas de género, raza, cultura, clase social e individual y a reconocer y aceptar su pertenencia a grupos muy diferentes.
·         Capacitar a los niños para que se consideren parte de una sociedad más amplia, para que se identifiquen, empaticen y se relacionen con individuos de otros grupos.
·         Promover el respeto y el aprecio de las distintas formas de vivir de otras personas.
·         Estimular la apertura y el interés por los demás, la disposición a incluir a los otros y el deseo de cooperar desde las primeras relaciones sociales que establecen los niños pequeños.
·         Promover el desarrollo de una conciencia realista de la sociedad contemporánea, el sentido de responsabilidad social y una preocupación activa que se extienda más allá de la propia familia un grupo inmediato.
·         Capacitar a los niños para que se conviertan en analistas autónomos y críticos y en activistas en su medio social.
·         Apoyar el desarrollo de habilidades educativas y sociales necesarias para que los niños se conviertan en participantes plenos de la sociedad del modo mas adecuado a sus estilos individuales, orientaciones culturales y medios lingüísticos de origen.
·         Promover unas relaciones eficaces y reciprocas entre las escuelas y las familias.
 La enseñanza debe de adoptar una postura antirracista y antisexista con el fin de superar los mensajes predominantes que los niños reciben por todas partes.
En las aulas inclusivas puede comenzar la enseñanza conducente a que los niños tengan conciencia de la diferencias, apoyen a los otros y se muestren activos para cambiar las estructuras opresoras de distintos grupos.
El objetivo consiste en crear una comunidad que acoja las diferencias, utilice las diferencias entre los niños como elementos del currículo y respete esas diferencias en todos los aspectos del programa escolar.

Ø  Transformación de nuestras aulas.

·         Descubrir las diferencias raciales.

El respeto y el reconocimiento de las diferencias raciales pueden impregnarlo todo, desde las clases de ciencias sociales hasta los tablones de anuncios, los libros del rincón de la biblioteca y las canciones que se aprenden en clase de música.
Los objetivos de los maestros varían dependiendo de las diferencias raciales presentes en clase. Derman-Sparks (1989) sugiere que, en clases constituidas primordialmente por niños de color, lo principal es construir el conocimiento y establecer el orgullo por las características físicas y contrarrestar las influencias del racismo que hacen crear a  algunos niños que ser “blanco” es mejor que tener un color de piel mas oscuro.
Derman-Sparks (1989), hace las siguientes advertencias para no promover un “currículo turístico”:
-        Trivialización; organizar actividades que giren solo en torno a las fiestas y a la comida.
-        Rareza; una muñeca negra en medio de muchas blancas.
-        Desconectar la diversidad cultural de la vida cotidiana de la clase: leer libros sobre niños de color en ocasiones especiales solamente.
-        Estereotipa: personas de color que aparezcan siempre pobres.
-        Representación errónea de los grupos étnicos norteamericanos: imágenes y libros sobre México para dar clase sobre los mexicanos norteamericanos.
Hay muchos recursos excelentes para incluir las diferencias raciales en todo lo que enseñen; guías didácticas sobre educación multicultural, los catálogos de libros  infantiles sobre niños de color y los currículos de enseñanza de las diferencias.

·        Descubrir aspectos de las diferencias culturales.

Todo el mundo tiene una cultura, un origen, una historia y unas costumbres que conforman su vida cotidiana, sus creencias, actitudes y comportamientos.
Whaley y Swadener (1990); “la educación multicultural precoz no es un currículo, sino una perspectiva y un compromiso con la equidad, la sensibilidad y la capacitación de los individuos”.
Una forma interesante y útil de iniciar el dialogo sobre los distintos orígenes y culturas consiste en hablar sobre los nombres de los niños.
Las diferencias de idioma constituyen otra forma excelente de descubrir la diversidad.
El mensaje es importante: hay muchas formas de comunicarse y, si las personas quieren, pueden aprender a hablar entre si.

·        Descubrir las diferencias familiares.

Hay muchos tipos de familias. Uno de los niños viven con un solo progenitor; otros, con familias extensas, con primos, tíos y tías en la misma casa; otros, familias mixtas, con padres adoptivos o en familias de acogida.
Un método para niños muy pequeños consiste en ayudarles a hacer carteles o libro como “Las personas de mi familia”.
Los niños mayorcitos pueden participar en lecciones mas complejas, sobre padrastros y madrastras, hermanastros y hermanastras, la adopción y la acogida familiar, la función parental de las lesbianas o los acuerdos de custodia conjunta.
Los maestros deben tener mucho cuidado al poner en marcha proyectos o actividades que den por supuesto que todos los niños provienen de familias nucleares tradicionales.

·        Descubrir las diferencias de género.

El objetivos es que los niños reconozcan y acepten las diferencias de sexo sin que, al mismo tiempo, se reduzcan a esas características.
Dos objetivos específicos pueden ser:
-          Librera a los niños de las ideas restrictivas y estereotipadas sobre lo que “pueden hacer las niñas” o lo que “pueden ser los niños”, abriéndoles mas opciones para su crecimiento y desarrollo.
-          Estimular a los niños para que interactúen con el mal llamado “sexo opuesto” y lo comprendan.

·         Descubrir las diferencias religiosas y las festividades.

Los maestros tienden a estructurar sus currículos de acurdo con las fiestas porque estas les proporcionan un motivo excelente para articular muchas áreas en torno a un tema. Los símbolos de las fiestas son fácilmente reconocibles y conocidos por muchos niños y muchas actividades típicas de las fiestas constituyen magnificas oportunidades de desarrollo social y afectivo.
El descubrimiento de las diferencias religiosas esta muy relacionado con el de las diferencias culturas, raciales y familiares; los maestros deben encontrar formas de mostrar las diferencias religiosas y respetar las existentes entre los niños sin fragmentar la clase ni destruir el sentido de comunidad.
Para mostrar las diferencias religiosas, los maestros deben hacer menos  hincapié en las festividades tradicionales, de manera que ocupen menor proporción de tiempo y actividades escolares.
Los maestros pueden hacer también un esfuerzo serio para aprender y enseñar aspectos de otras fiestas religiosas y profanas.
También organizar la enseñanza alrededor de temas que no tengan que ver con las festividades.

·         Descubrir las diferencias de destreza y capacidad.

Todos los niños tienen sus puntos fuertes y sus debilidades. Para contradecir y oponerse a algunas jerarquías típicas que se establecen en lasa clases, basadas en las actuaciones de los niños, los maestros deben hacer que todos participen en una serie de actividades y proyectos, compartiendo y validando de ese modo muchos tipos de excelencia.
Los maestros pueden conseguir que sus alumnos dialoguen sobre las conductas “de ayuda”. Los alumnos pueden crear y practicar formas adecuadas de ofrecer y recibir ayuda y formas amistosas de aceptar y rechazar la ayuda. Se trata de repertorios de comportamientos que necesita todo el mundo y no solo aquellas personas cuyas destrezas son más limitadas. Los maestros pueden ayudar a los alumnos a reflexionar sobre cuestiones de este tipo:
-          ¿En qué cosas soy realmente bueno?
-          ¿Cuáles son las tres cosas en las que tengo problemas?
-          ¿De qué forma puedo ayudar a otros?  
-          ¿En qué cosas necesito ayuda y qué tipo de ayuda me gustaría?
Al dar respuesta a estas cuestiones, los alumnos y los maestros pueden ver que todo el mundo tiene destrezas y habilidades y que todos necesitamos ayuda en ciertos terrenos. Las aulas pueden convertirse en comunidades de apoyo mutuo si los maestros promueven el respeto a las diferencias y dan ocasión a sus alumnos para que contemplen a los demás de formas distintas.
La enseñanza y las estructuras de evaluación competitivas son incompatibles con la aceptación y las comunidades escolares inclusivas.
En las aulas cooperativas, los niños se ayudan entre si, en el plano de la instrucción y en el del apoyo entre compañeros, y descubren que, trabajando juntos, consiguen mas que trabajando solos. Todos los niños, con sus distintas capacidades y repertorios, se convierten en miembros activos y funcionales de un grupo en el que se comparten destrezas y conocimientos.
Con el fin de que los alumnos descubran sus bases comunes, los maestros deben dejar muy en claro que todos los alumnos están en la escuela para aprender, que todas las personas tienen habilidades y puntos débiles y que todas necesitan estimulo y apoyo.

·         Descubrir la forma de oponerse a los estereotipos y ala discriminación.

Para crear y mantener autenticas escuelas y comunidades inclusivas, los niños y los maestros deben considerarse a si mismos como agentes de cambio, dispuestos a afrontar y oponerse a los estereotipos y a los comportamientos opresores y discriminadores, y capaces de hacerlo. Dependiendo de la edad de los alumnos, serán posibles y adecuados distintos niveles de actividad y de respuesta sociales, pero incluso los niños pequeños pueden reconocer los estereotipos y responder a ellos.
Los niños pueden convertirse en consumidores críticos, tanto con respecto a sus propios ambientes como a los materiales que encuentren. Los niños pequeños pueden darse cuenta de que, en muchos libros infantiles, no aparecen personas de color o que las mamás de los libros se quedan en casa y los papás van trajeados a trabajar, mientras que su mamá es camarera y su papá, agricultor. Los niños mayorcitos pueden realizar análisis más complejos de los materiales de clase.
Los alumnos pueden aprender a oponerse al racismo, al sexismo y a la discriminación en sus propios ambientes, pueden reconocer e interrumpir las expresiones humorísticas de carácter racista, sexista y étnico. Los maestros deben estudiar con sus alumnos como los chistes de este estilo perpetúan los estereotipos y lesionan a las personas, aunque solo se pretenda hacer gracia. Los alumnos pueden descubrir formas  de cortar radicalmente esas expresiones humorísticas y puede estimulárseles para que descubran y cuenten chistes e historias divertidas, pero no a expensas de otro grupo.
Es importante que los niños se convenzan de que pueden distinguirse por su comportamiento.

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